¿Cuál es la historia de TOBY eats the world?

Muchos de nuestros clientes nos preguntan por qué nuestro restaurante tiene nombre de perro. No es algo habitual, es cierto. Aprovechamos este artículo para explicar cuál es la historia que hay detrás del can que da nombre a nuestra marca. La historia, en definitiva, de un perro que quiere comerse el mundo…

Historia de TOBY

Nuestra historia comienza así:

Cuentan los viejos libros de cocina que el abuelo Luigi Ricardi dejó su Nápoles natal para abrir una conocida casa de comidas en las inmediaciones del muelle de Nueva York, donde atendió durante muchos años a estibadores, marinos y viajeros.

Décadas después, el negocio pasó a manos de su hijo Pier Paolo, interesado desde muy joven en combinar la estupenda tradición culinaria de ascendencia napolitana con los platos más populares de la cocina americana.

Pier Paolo Ricardi era un enamorado de la cocina y un investigador incansable, siempre preocupado en la creación de nuevos sabores, de salsas innovadoras y naturales y en la combinación de ingredientes frescos y saludables.

Muchísimas veces, una vez terminaba su jornada de trabajo, pasaba horas probando nuevas y deliciosas recetas antes de volver a casa.

Y todas las noches, durante semanas, un simpático perro salchicha aparecía por la puerta trasera de su restaurante a la espera de una buena ración de sobras. Al cocinero le pareció tan resuelto y campechano que lo bautizó con el nombre de Toby.

Una de esas noches, al joven Ricardi le pareció buena idea dar a probar algunas de sus nuevas recetas a su peludo amigo de las madrugadas.

Sorprendentemente, Toby demostró contar con un paladar exquisito. De manera que si el plato no era de su agrado, se sentaba cabizbajo con las orejas gachas y, si por el contrario, le parecía suculento, daba buena cuenta de él sacudiendo la cola y posando sus patas en las rodillas del chef con alegría.

Desde aquel mismo momento, la carta empezó a cambiar, mostrando las elecciones de Toby, que parecían agradar a todos los comensales, y pronto, el restaurante de Pier Paolo Ricardi se fue haciendo más y más popular, atrayendo incluso a celebridades del mundo del arte, los negocios, el cine y la televisión.

Un día, un cliente habitual, contemplando el voraz apetito de Toby, comentó con sorna al exitoso cocinero:

— Pier Paolo, más te vale estar atento… ¡Ese perro tuyo es capaz de acabar con todas las existencias del restaurante!

A lo que Pier Paolo contestó entre risas:

— Querido amigo, ¡este perro es capaz de comerse el mundo!

Y esta es nuestra historia.

O al menos eso cuentan los viejos libros de cocina…

POLÍTICA DE PRIVACIDAD